El café de origen burundés es conocido por su sabor brillante, limpio y afrutado, con una acidez media y notas de cítricos y bayas. El café de Burundi se considera de alta calidad y se cultiva en las regiones de gran altitud del país.
Los granos son típicamente arábica y se cultivan con métodos tradicionales que se transmiten de generación en generación. Muchos de los granos de café se cultivan orgánicamente y están certificados por organizaciones como USDA y Rainforest Alliance. Los granos se recogen a mano y son conocidos por su alta calidad.
El café de Burundi está ganando popularidad entre los entusiastas del café debido a su perfil de sabor único, sus prácticas sociales y ambientales responsables y su rica historia y cultura.